feliz cumpleaños

 

Pues sí…Se supone que estamos todos juntos para celebrar su vida, sus ojos, sus pasitos tambaleantes…

Todos…Todos peleados, llenos de animosidad disfrazada: los cuñados que no se hablan, la pareja que se está separando, las hermanas que sí, sí se quieren, pero que no pueden hablar sin pelear.

La mesa del muerto, del abuelo postizo, la viuda del otro abuelo, la canción de cumpleaños que se ahoga en las gargantas y el papa que se desquita con la piñata.

 

Bonita fiesta llena de rencores, de miedo, de alcohol y hasta de risas. De niños corriendo y de adultos huyendo. De cerveza derramada, comida picosa en los platos de unicel, tortillas secas en la mesa y pasto fresco bajo los pies.

 

Y las miradas… Si no hay para donde voltear: los que se ignoran, los que se odian. Los que ni saben. Los muertos. Las viudas. Los divorciados, y la chava de las cazuelas. Todos juntos, nadie revuelto.

Y en medio están los chavos que sí saben de las broncas que a veces hasta hacen suyas y a veces, muchas otras veces, las evitan como cuando corres bajo un aguacero, según para evitar las gotas de lluvia.

Y más en medio todavía, un niño. Solo tiene un año. No tiene idea. Siente, de seguro siente, los temores y los nubarrones negros que lo amenazan, que si no están sobre él, sí gravitan en su cielo. Y sonríe, un poco, no demasiado.

Y así celebramos tu primer año.

Bienvenido a la Familia, pequeño, bienvenido a la Familia.

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